Diciembre



29 de diciembre

Dios en ti, en Navidad y siempre.

“Dios fue visto en la tierra y conversó con los hombres”, dice la profecía de Baruch. Y nosotros nos alegramos al saber que nuestro Dios es también el Emmanuel, tan cercano como no puede serlo más. Es más yo que yo mismo. Pero solo lo advertiremos en el recogimiento interior.



30 de diciembre

Semilla de esperanza

Un sembrador debe ser paciente: el fruto de sus esfuerzos no se ve inmediatamente. La más pequeña de las semillas, lo explica el Señor en la parábola, aquella que apenas se echa de ver, la semilla de mostaza acaba convirtiéndose en un árbol donde anidan las aves. Consideremos las hermosas promesas del libro del Apocalipsis (capítulos 21, 22 y 23), que nos llenan de esperanza, admirando cómo se concluye en plan de Dios que empezó de manera tan oculta aquí en la tierra.



31 de diciembre

Familia del Cielo y de la tierra

La vida de Jesús no solo se contextualiza en la geografía y la historia, sino también en la genealogía. Nace de un padre y una madre conocidos, en un hogar, rodeado de cariño, como debe ser la llegada al mundo de todo ser humano. La familia de Nazaret es un trasunto de la familia de la Trinidad, y viene a indicar que el hombre solo se despliega en el amor que recibe. Solo entonces puede darlo.