Diciembre



26 de diciembre

El buey y la mula

Al volver nuestra mirada al pesebre, advertimos la presencia del buey y la mula. Ellos reconocen a su Señor, y no así el mundo, que lo rechaza pecando. El hombre, por la hybris, se coloca en lugar de Dios, cerrándole por el pecado la invitación al amor. Abrámonos por la contrición reconociendo nuestros pecados.



27 de diciembre

San Juan y las reglas del amor

El apóstol y evangelista Juan recibió con grandísima abundancia gracias de Dios. Aunque todas las gracias son inmerecidas, él supo corresponder y llegó a ser “el discípulo al que Jesús amaba”. Busquemos ir por su camino, siguiendo las reglas para soltarnos y crecer en el amor a Jesús: personalizar, llegar al corazón y encontrar nuestro modo propio, a través del recogimiento, el silencio, la libertad del corazón.



28 de diciembre

Los Santos Inocentes y la Providencia divina

¿Qué lección quiere darnos Dios con la matanza de los niños inocentes? Seguramente muchas, pero entre ellas invitarnos a no tener visión de corto plazo sino de largo plazo. Porque hoy, después de dos milenios, festejamos el ingreso en la eternidad de esos niños, que recibieron el bautismo de sangre. Desde entonces gozan de la visión de Dios. Aprendamos a confiar en la Providencia divina, que siempre es el Amor Infinito de un Padre todopoderoso.