Diciembre



14 de diciembre

Haz feliz a Jesús recibiéndolo en tu corazón

Ad-venire: la esencia de Dios es venir. Pero no se trata solo de saber que viene, sino de ir al encuentro. Él espera encontrar acogida en los corazones. Sin duda supondrá un dolor para el Amor no encontrar recibimiento. Se parece a los homeless, que tan tristes se encuentran al no tener un hogar. Démosle la alegría de recibirlo, evitando el ruido y la superficialidad.



15 de diciembre

Tratarlo

Con el espíritu de sabiduría nos es dado re-conocer a Jesús. Es verdad que lo conocemos, pero estamos invitados a que ese conocimiento sea más continuo. La vida de fe es convencerse de que Jesucristo vive. Como Dios es Omnipresente, en todo lugar y en cualquier instante podemos encontrarlo. La fe operativa no se limita al enunciado, sino que nos lleva a estar siempre hablándole, oyéndolo, amándolo.



16 de diciembre

Esperanza: ya pero aún no.

Como en las partituras musicales, la Iglesia nos invita en Adviento a vivir día tras día el crescendo, que culminará en el fortíssimo de la Navidad. La liturgia nos alienta en la esperanza, sabiendo que esta no se refiere tan solo al futuro, sino que se verifica en cada instante: Dios es el que viene, en un presente continuo. La espera de Dios fundamenta nuestra esperanza.