Pobreza



Que no te atrape lo material

En el domingo XXXIII, casi al término del año litúrgico, consideramos el discurso escatológico de Jesús frente al Templo de Jerusalén. El Señor profetiza la destrucción de Jerusalén antes de que pase la generación presente, uniéndola a la profecía del fin del mundo. Vivir vigilantes, atentos al enemigo de Dios llamado “mundo”, que puede perdernos por la avaricia.



Una familia pobre

En la purificación de María, la ofrenda –dos pichones- es la correspondiente a una familia pobre. ¿Es bueno ser pobre? ¿No pudo José –seguramente excelente artesano- evitar la pobreza de la Sagrada Familia? ¿O buscó esa forma? La pobreza es un bien, que se debe propagar. Lo que debe erradicarse es la miseria: deseemos ser pobres, porque son bienaventurados.



Bienaventurados los pobres

Las bienaventuranzas están en el centro de la predicación de Jesús, y revelan las actitudes características de la vida cristiana. La primera se refiere a la pobreza, que hace posible ubicarse en el único tesoro verdadero: Jesús. Perseguir la pobreza con el mismo afán que ponen los mundanos en perseguir la riqueza.