Pobreza



Una mujer pobre

“Mira a la estrella, mira a María”. Todo en Ella es hermenéutica de nuestra existencia. Y Dios quiso que lo fueran también los detalles que conforman la vida de María. Una madre de familia pobre. Porque la pobreza es un valor cristiano, que hemos de perseguir y amar, plantándola en nuestra vida.



Desprendimiento 

El que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. ¿Metáfora o literalidad? Parecería que Jesús habla completamente en serio. Antes había dicho que el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza. Es totalidad de pertenencia, para poder amar también en totalidad. Astucias del demonio, que nos “pilla” para distraernos de ser completamente de Dios.



Felices los que se liberan

Jesús quiere que seamos felices. Y nos dio la receta para lograrlo: las ocho bienaventuranzas. Hemos de reconocer que no son tema frecuente de nuestra meditación, a pesar de constituir el mensaje central de Jesús. Pensemos en la primera: los pobres de espíritu, pues de ellos es ya, desde ahora, el reino de los cielos. Esa pobreza va mucho más allá de apegos materiales, incluye las ideas obsesivas, los resentimientos y todas aquellas baratijas que nos abruman.