Pecado



Huir del pecado

Desde el engaño de la serpiente, el hombre convive con el pecado. Pero podemos afinar nuestra conciencia para detectarlo y aborrecerlo, huyendo de las ocasiones y detectando todo lo que tiene razón de pecado. Fomentar la contrición.



Somos pecadores

Idea madre, que nos ubica en la realidad: somos pecadores. Eso nos dará paz al contemplar nuestras miserias, y nos llevará a mirar al Dios misericordioso. Pero la condición es el reconocimiento del mal en nuestro interior. Para eso, fomentar la contrición.



Advierte la presencia del pecado

Pecar es algo así como aventarle piedras a Dios, que quiere venir a estar con nosotros. Es rechazar el ofrecimiento de su amor. Y nadie está inmune a su influjo: mantenerlos en una perfecta coherencia de vida, intentando que la oración sea a tal grado profunda que nos lleve a la docilidad a las mociones divinas, aun las mínimas.