Vida de oración



Orar de Corazón a corazón

El Corazón de Cristo nos habla a nuestro corazón. Es la idea de la vida cristiana que tenía el cardenal Newman, autor de la frase Cor ad cor loquitur. Vive bien el que ora bien. Vive mal el que no ora, o el que ora mal. La oración es introducirse al Corazón de Cristo



Hacerte oración

En la vida pública de Jesús encontramos esta constante: la oración. Nuestra grandeza radica en la continua comunicación con el Interlocutor divino. Pero la oración es un arte; cada uno tiene que practicarla de acuerdo a su modo propio, pero siempre con el corazón abierto.



Orar es encontrar

Lo propio del hombre, lo más específico de su imagen divina, consistía en la relación con Dios. Aunque el pecado nos dejó malparados en ese aspecto, lo recuperamos poco a poco con la gracia, a través de la elevatio mentis in Deum, que nos conduce al encuentro y al amor.