Eternidad



31 de diciembre

Último día del año

El último día del año estamos invitados a vivirlo con la conciencia de eternidad. Un año menos supone que estamos un año más cerca de Aquel para el que hemos sido creados. Y un período para comprobar las incontables gracias que Dios nos dispensa. Afrontar el futuro con optimismo, sabiendo que Dios supera todas nuestras expectativas.



Reconocer a Jesús

A los de Emaús, Jesús “les abrió los ojos y lo reconocieron”. Advirtieron además que su corazón ardía de felicidad en su compañía. Eso será el Cielo: reconocer a Aquel que nos ha acompañado en nuestro camino. Hagamos oración contemplativa (tres pasos de santa Teresa) y tendremos adelantos de Cielo.



Para tener vida eterna

Vita mutatur, non tollitur. Esta es nuestra fe: la vida no termina, sino que se empieza un nuevo y más pleno modo de ella. Con el bautismo comenzó nuestra vida de resucitados. Qué hueca vanidad, pues, centrar la existencia en esta vida. Con serena impaciencia, ilusiónate con el encuentro. Eso es aprovechar el tiempo; crecer en el amor.