Infierno



Si amo no habrá infierno

¿Creemos firmemente en esta verdad revelada? Una comprobación de su existencia la tenemos en el “¡no!” de los ángeles caídos, y su presencia en el estado de exclusión de Dios. Es una realidad, pero no debe crear psicosis o angustia: contamos con la Misericordia divina. Invitados a ser misericordiosos, alcanzaremos esa misericordia.




Candidato al infierno

Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro. Aunque no suene bien a los oídos modernos, el infierno es real, y es una posibilidad para cualquiera. ¿Candidatos? Los hombres de placer, que cierran su corazón al prójimo necesitado, y pierden el sentido de la trascendencia.



Infierno y demonio

El infierno es un dogma de fe divina y católica. Lo mismo la existencia del demonio como ser personal. El alma se queda “fraguada” en el momento. Y eso sucede por toda la eternidad. El infierno es la supresión del deseo de Dios, es vivir para el odio y pisotear el amor. No estamos inmunes a la acción diabólica del orgullo y la mentira. El demonio se ensaña contra la oración y más en especial contra la contemplación.