Recogimiento



En el recogimiento interior encuentras tu sentido

“La vida humana es, ante todo, búsqueda de sentido” (J. Ratzinger). Aunque tengamos claro cuál es el nuestro, no es infrecuente que se nos difumine el rumbo. Intentemos, como los Magos, ser siempre peregrinos. Lo opuesto es el errante, que vive girando en torno a sí mismo, sin progresar en la dirección a la meta: el amor de Jesús, la transformación en Él.



Ora en tu templo

Jesús expulsa a los mercaderes del Templo de Jerusalén. Él quisiera ver ahí a hombres y mujeres glorificando a su Padre. Que también expulse del Templo de nuestra alma a los malos inquilinos, que le roban gloria a Dios. Ora siempre en tu Templo interior.




Valor del silencio

Cristo en el desierto nos revela la condición del hombre orante. El entorno es preciso: en el desierto no hay sino silencio y austeridad. En el silencio se comunica Dios, y debemos hacerlo no sólo en el sentido audible, sino también silencio en los ojos, en la mente, en la afectividad. Entonces escucharemos la voz del Señor.