Agradecimiento



Gratitud y humildad

¡Cuánto complace a Dios un corazón agradecido! Por eso el canto de María en casa de Isabel suena a música celestial. Asombro y gratitud provienen de la humildad. Las preguntas que nos formulaba don Álvaro nos ayudan a centrar el examen.



Alabar y agradecer

El Corazón de María se expansiona en el Magníficat, y nos permite conocer qué es lo que guarda un alma llena de Dios. ¿Aprenderemos a vivir así, en cualquier circunstancia, con la actitud de alabanza, adoración y alegría? Porque sin duda que eso es lo que le agrada a un Padre lleno de amor por sus hijos.



Dar gracias a Dios

La actitud justa y necesaria respecto a Dios es el agradecimiento. No agradecemos lo debido, por ejemplo, la transferencia bancaria que nos debían hacer. Pero respecto a Dios todo es don, comenzando por la vida. Gratuidad con palabras y también con obras.