Unidad



La importancia de la unidad

Quizá a veces no apreciamos en todo lo que vale el valor de la unidad. En las familias, por ejemplo, la unidad se pierde por cuestiones de dinero. En los países, por regionalismos, en los partidos políticos, por intereses mezquinos. Pero la unidad es don divino, como que procede de la misma Trinidad. A eso nos llama el Señor: Que ellos sean uno en nosotros. Lo que rompió el pecado, lo recompone el Espíritu de amor.



Unidad de vida desde el interior

La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado (Mt 6, 22). Con esta metáfora, Jesús nos habla de purificar aquello que ilumina nuestra vida: la conciencia, el corazón. Si logramos unificarnos en lo interior por el amor, nuestra vida será coherente, y no existirán rompimientos ni colisiones entre lo que Dios nos pide y lo que hacemos.



La unidad surge de Cristo

En el Octavario para la unidad de los cristianos meditamos la razón de fondo de la unidad: somos un cuerpo, el Cuerpo Místico de Cristo. Nuestra eternidad es vivir en la Unidad de la Trinidad, y desde ahora la comenzamos a vivir en la unidad eucarística. Defender el bien de la unidad, aunque las instigaciones del mal busquen inducirnos a la desunión.