Maternidad



Como niño indigente

Sabía Jesús que tendríamos necesidad de una madre, y nos deja a la suya. Nunca perdamos la conciencia de ser niños, indigentes, imprudentes, incapaces, enfermos, hambrientos… también de cariño femenino, materno, tierno. Vivamos nuestra jornada con una viva conciencia de necesitar su auxilio, consagrándonos a Ella y encargándole cada actividad.



8 de septiembre

Buenos hijos de tan buena madre

“Al vino y al hombre se les conoce por la madre”, escribió el poeta Luis Rosales. Nos regocijamos hoy por tan buena Madre que hizo Dios para su Hijo… y para nosotros. Ella siempre lo es, la pregunta es si nosotros hemos asumido el encargo que recibió Juan, de recibirla en nuestra casa, en nuestro corazón, y hacer que Ella sea más amada.



Necesitas mamá

Creernos con toda seriedad las palabras con las que el Crucificado nos revela que María es verdaderamente nuestra Madre. El primer paraíso que el hombre pierde es su infancia, y nosotros no queremos dejar de ser nunca niños, carentes, indigentes, incapaces. Y Ella está ahí de continuo, teniéndonos en el cruce de sus brazos, como le dijo a san Juan Diego.