Consagración a María



15 de agosto

Consagrarnos a María en su Asunción

La liturgia de la Misa de la Solemnidad de hoy nos ubica en la orientación que, para nuestra vida, supone la Asunción de María. Nos invita a trascender el tiempo y el espacio, a ilusionarnos con estar también nosotros, como Ella, corporalmente en la misma intimidad de la Trinidad. Agradecer al Padre celestial el maravilloso proyecto para María y para nosotros.



Qué supone ser de María

La glorificación de María nos hace elevar la mirada al Cielo y agradecer a Dios, con María, el habernos destinado a tan maravilloso futuro. Seamos de María, consagrémonos a Ella en el alma y en el cuerpo. Que todo tenga su toque, y que seamos sensibles a cualquier aspecto que María no pueda reconocer como propio en nosotros..



Teoría y práctica de la cruz

A finales de octubre, mes mariano, nos preguntamos sobre nuestra “marianidad”. Convenzámonos que no hay otro camino para agradar a Dios. Consagrándonos a María será Ella quien nos prepare nuestras andaduras y nos conserve en la dirección correcta. Reza con Ella, comulga con sus disposiciones, ajusta tu corazón al suyo.