Diciembre



5 de diciembre

En Adviento renovar la alegría de la esperanza

Colocar nuestro espíritu en el tiempo litúrgico que acabamos de iniciar. Dios es el que viene. Y eso pertenece a su esencia: es el que siempre se da. Y yo vivo entonces en confianza, en esperanza, en abandono: Dios viene a mí, aunque yo le haya fallado tantas veces. Viene no solo ayer ni solo mañana, sino en este instante. Preguntarnos sobre la alegría de la esperanza para corregir actitudes negativas o derrotistas.