Tentaciones



El modo de afrontar las tentaciones

¿Cómo puede rozar, aun de lejos, la tentación al Hijo de Dios? Jesús es verdadero hombre: la tentación fue real, y nos enseña el modo de afrontarlas y vencerlas: oración y penitencia.



Jesús sufre verdaderas tentaciones y las vence.

Jesús sufre verdaderas tentaciones y las vence. De ese modo, repara la caída de nuestros primeros padres. Nosotros, desde Cristo, podemos vencer también todas las tentaciones.



Las argucias del demonio

Van al infierno quienes han destruido en sí mismos toda verdad y todo amor. Lo propio de la condenación –porque es lo propio del enemigo de Dios- es la soberbia y el pecado. Desenmascaremos al maligno enemigo que se insinúa con argucias sutiles y en apariencia inofensivas, hasta que logra apartarnos de la vida contemplativa. La Misa y la Comunión son poderosísimos exorcismos.