Santísima Trinidad



La Trinidad en mí

Un destino sobrehumano nos espera: vivir eternamente en el Seno de la Trinidad. Pero desde ahora estamos llamados a ser habitados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que en nosotros se aman. Y los glorificamos no solo cuando los alabamos, sino sobre todo con nuestro amor. Descubrir al Dios escondido, yendo hasta lo escondido donde él está.