Esperanza



Futuro con esperanza

Al inicio del Año Nuevo nos preguntamos por la esperanza. Esta virtud es medio indispensable para que se desarrolle el amor. El amor solo se desarrolla en condiciones favorables, es decir, en la conciencia de saberse amados. Detectar la raíz de nuestro desaliento, porque si me represento algo como imposible, dejaré de desearlo. De Dios obtenemos cuanto esperamos.



Revelaciones que alientan la esperanza

El apóstol san Juan tuvo una “revelación” muy especial, un domingo, en la isla de Patmos. Se le ordenó escribir lo que veía, y de ahí el libro del Apocalipsis. Nos revela lo maravilloso del triunfo final de Cristo, y de la nueva Jerusalén, hermosísima ciudad que baja del cielo, engalanada, en la que no habrá necesidad del sol o de la luna para alumbrarla, porque su luz es el Cordero. Recordar nuestro fin alienta la esperanza.




Jesús necesita de ti

Un riesgo en nuestro apostolado: la desesperanza. Pero, ¿acaso eran mejores los tiempos con que se encontraron los primeros cristianos? Basta oír el elenco de epítetos de la carta a los Romanos. Salva almas: para eso estás en la tierra.