Confesión


Cordero de Dios: en la Confesión nos perdona los pecados.

Juan Bautista llama a Jesús: Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. Es la especialidad de Jesús, el perdonar. Vino a buscar a los pecadores, y por eso nos sentimos muy agradecidos, porque lo somos. Y estamos muy agradecidos por ese medio instituido por Él: la Confesión sacramental. Pensar si amamos ese sacramento, lo valoramos, tratamos de recibirlo sin rutina, con contrición y sinceridad.