Pecado



Teme a los que pueden matar el alma

Jesús invitó muchas veces a no tener miedo. Pero también invitó a sí tenerlo cuando se trata de aquellos que pueden enviar el alma a la gehenna (cf. Mateo 10, 28). El mundo padece de una “debilidad de oído” para escuchar esa advertencia de Jesús, cuando no de una auténtica sordera. Si yo no la padezco, si conozco el riesgo de perder la eternidad, tengo el grave deber de dedicar mi vida a la salvación de las almas.