Juicio



Quien me juzga es el Señor

Jesús es uno con el Padre, y todo lo que ha oído del Padre nos lo ha querido revelar. Pero hay algo que el Padre le dejó a Él en exclusiva: ser Juez de vivos y muertos. ¿Por qué? Porque Jesucristo es la norma original y definitiva, el fundamento y el centro que otorga realidad no solo al hombre, sino a toda la creación. La mirada de Cristo nos purificará como el fuego, haciendo que caiga la paja de lo superficial y aparente con que intentamos protegernos.