Recogimiento



Recogerse para contemplar

La tierra está horrorosamente desolada porque no hay nadie que medite en su corazón. Estas palabras de Jeremías (12, 11) nos invitan a conjurar el riesgo de la superficialidad. Llegar a lo hondo del propio yo es requisito para encontrar a la Persona que ahí nos espera. “Cuidar con delicadezas de enamorado nuestra unión con Dios partiendo de la contemplación de Jesucristo”.