Maternidad



1 de enero

Madre de Dios

La Oración sobre las Ofrendas de la Solemnidad habla de gozarnos, con María, no solo de las primicias de su gracia, sino también de su plenitud. Las primicias, la Inmaculada. La plenitud, la maternidad. Con ella, Nuestra Señora es elevada hasta los linderos de la Unión Hipostática. Alabemos a Dios por haber querido que una de nuestra misma estirpe tuviera tal dignidad. Nos ubicamos en lo que somos: seres llamados a la divinización.