Pasión



Via Crucis: devoción recia.

Una recomendación de san Josemaría: meditar el Via Crucis los viernes. La clave es acompañar, coincidir, y por tanto, evitar el riesgo de una devoción extrínseca. La invitación es también a “meterse” en las Llagas de Cristo, y encontrar ahí un atejo para ahondar en la vida interior. Descubrimientos a los que estamos invitados, con ayuda del Espíritu Santo.