Quién es



Dios es hombre, el hombre es Dios 

Nada hay más hermoso que encontrarse con el Evangelio, con Cristo. Con la Buena Nueva de un Dios que se hace hombre para elevar al hombre a las alturas mismas de Dios. No es que me comunique algo maravilloso, sino que se comunica Él mismo, haciendo que yo sea Él. Entonces descubro mi verdadera identidad, la de ser hijo de Dios.