Alma sacerdotal



La Misa en el alma

Todo procede de la Cruz de Cristo, y su sacrificio se perpetúa en la Santa Misa.
Pero para participar adecuadamente en ella, hemos de aportar nuestro yo: solo entonces sintonizamos con el Crucificado.



La Santa Misa define la vida

El amor de Dios manifestado en el Antiguo Testamento es una pálida sombra del
manifestado en el Nuevo Testamento. “Tanto amó Dios al mundo… que nos dejó la Santa Misa…”
Ahí nos gozamos de corredimir con Cristo, participando en ella con el Corazón de María.