Adoración eucarística
Pedir el don del Espíritu para profundizar en la verdad del Dios oculto en el Pan. Don de piedad, para sentirnos muy familiares a la Eucaristía. Don de sabiduría, para que experimentemos el amor de Cristo presente ahí. En la Hostia está todo deleite, cuantas ansias puede contener nuestro corazón.
Lo más grande
“Considera lo más hermoso y grande que de la tierra… lo que place al entendimiento y a las otras potencias…” nada, es menos que nada, comparado con la locura de amor de la Sagrada Eucaristía. Hacer de la vida una realidad eucarística repercutirá en la eficacia de santidad y de apostolado, personal y corporativa.