Martes Santo: Mirar a Cristo

El Padre celestial, por boca del profeta Isaías invita: “Miren a mi elegido, al que sostengo; al amado, en quien tengo mis complacencias”. Un solo punto de atención en estos días santos: Cristo crucificado, evitando dispersiones y sucedáneos. Mirarlo con los ojos de la cara, con los ojos de la fe y con los ojos del corazón.