Jueves Santo: la Eucaristía redimensiona la vida.

Estamos invitados hoy a redimensionar el inmenso tesoro que nos dejó Jesús en la Eucaristía. La Misa de la Cena del Señor se celebra con los sagrarios vacíos, para significar que estamos comenzando el Prodigio. Busquemos reformatear nuestra cabeza y nuestro corazón, valorando el Regalo de la Presencia Real, y entremos en la lógica de la Eucaristía, que es la de la entrega total.