Calentar motores antes de Cuaresma

Como en los coches viejos, estamos invitados, a la vista de la próxima Cuaresma, de comenzar a “calentar motores”. Ilusionarnos con la metanoia, la conversión del corazón que puede estar ya algo viejo y algo endurecido. El mensaje de Jesús comienza, antes que con la recepción del Evangelio, con la invitación a la conversión. Propongámosla en la oración, la penitencia y el desprendimiento.