Espíritu Santo



No te olvides del Espíritu Santo

No olvidemos a la Tercera Persona divina: intentar darle la relevancia, primero como Dios y luego como nuestro Santificador. Es el alma de la vida nueva de los hijos de Dios, lo que nos coordina y vivifica. ¿Cómo reconozco su presencia y acción, si no es sensible? Por sus frutos, comenzando por la caridad.