Confesión



Reconciliate con Dios

Si es importante en las relaciones humanas curar los desaguisados, mucho más en las divinas. Al pedirle perdón a alguien que hemos ofendido, se restablece la concordia. Lo mismo con Dios: curamos las heridas que le causamos con nuestros pecados, a través del maravilloso medio –sagrado– que nos ha dejado en el sacramento de la reconciliación.