Obediencia



Lo natural es obedecer

La Creación tiene una “pasividad” admirable: todo obedece perfectamente los designios del Creador. Aprendamos de la naturaleza, porque lo natural es obedecer. La Providencia del Padre, la Palabra del Hijo, las mociones interiores del Espíritu Santo… si nos adherimos gozosamente a ese querer seremos, como Jesús en Getsemaní, asumidos al Padre.