Virtudes teologales



Armonía teologal

De un nuevo nacimiento hablaba Jesús a Nicodemo. Y hemos de creer que el segundo es mucho más maravilloso, pues se trata de un nuevo yo, el Yo de Cristo. Se nos otorga el “paquete” para desplegarla, las tres virtudes teologales. El director de orquesta, el Espíritu Santo, nos hace movernos en ese ritmo.