Lucha interior



Detecta tus demonios

Los Evangelios nos relatan muchas escenas donde aparecen endemoniados, o incluso el mismo demonio, como en las tentaciones del desierto. Es sano reflexionar sobre el enemigo, taimado, silencioso, pero de enorme peligro. No anda lejos y, como buen psicólogo (conserva su inteligencia angélica), puede accionar resortes interiores que nos aparten de Dios, pues se ensaña particularmente con quienes se han decidido seriamente a seguir a Dios.