Cómo es



María y los frutos del Espíritu Santo

Ave, gratia plena!, fue el saludo de Gabriel. Y María se turbó, porque es impresionante saber, por un enviado celestial, la plenitud de Dios en su alma. ¿Cómo saber si me voy llenando de Dios? Por la presencia de los frutos, que no es lo mismo que los resultados. Estos son obra humana; aquellos, divina.



Pide a María su amor por Jesús

Al niño se les suele dar regalos. Jesús nos dijo que nos hiciéramos como niños. Vamos, pues, a pedirle un regalo a nuestra Madre. ¿Cuál será el mejor de todos? Sin duda su amor por Jesús. Es una aspiración imposible, pero se vale soñar. Un amor intenso, que erradique la tibieza. Un amor continuo, que evite los huecos vacíos en nuestro día, porque estamos enamorados. Un amor delicado, porque aprendemos del Corazón de Ella.