Vida de Jesús



Vida superior y eterna

Que nos ilumine el misterio de la Transfiguración del Señor. En él comprendemos nuestra vida: ya no es la meramente biológica, ni la puramente espiritual, sino la divina. No apostemos a lo caduco. Y hagamos crecer esa vida a través de la recepción de la Eucaristía, que nos hace más Cristo.